¿Qué es la contaminación cruzada en la cocina?

La contaminación cruzada en la cocina es un peligro grave para la salud que se puede producir cuando diferentes tipos de alimentos (crudos y cocinados, por ejemplo) entran en contacto entre sí, dando lugar a la transferencia de bacterias, virus y otras sustancias extrañas. Es muy importante ser conscientes de la posibilidad de ocurra la contaminación cruzada cuando se manipulan carnes crudas, por ejemplo, ya que puede provocar enfermedades transmitidas por los alimentos.

Hablaremos sobre la definición de contaminación cruzada, cómo se produce y cómo puede prevenirse para garantizar la seguridad alimenticia.

Definición y tipos

La contaminación cruzada de alimentos puede llegar a ser un problema grave cuando se trata de la preparación de comidas, ya que puede provocar hasta intoxicaciones graves si no se es precavido. Esto ocurre cuando elementos como gérmenes (de alimentos crudos como carnes y pescados), alérgenos (gluten, lactosa, soja, …), productos de limpieza o venenos se transfieren de una superficie a otra por contacto directo o indirecto. Esto puede ser especialmente peligroso para las personas con alergias alimentarias o celiaquía, ya que ingerir el elemento contaminado puede provocar problemas médicos importantes, causados por otros microorganismos patógenos.

Métodos de transmisión: cómo se produce la contaminación cruzada

La contaminación cruzada en la cocina puede ocurrir básicamente de dos maneras, por contacto directo o indirecto:

Contaminación cruzada por contacto directo

La contaminación cruzada por contacto directo es aquella que se produce cuando un alimento crudo entra en contacto directo con alimentos ya cocinados o listos para ser consumidos. Esto puede ocurrir por ejemplo cuando la sangre de la carne cruda cae sobre alimentos preparados, cuando añadimos alimentos contaminados a una ensalada, o al descongelar pescado o carne y caer gotas de líquido a cualquier otro alimento ya preparado que tenga debajo. 

Contaminación cruzada por contacto indirecto

Esta contaminación cruzada por contacto indirecto ocurre al usar cuchillos, tablas de corte, las manos o cualquier utensilio que antes estuvieron en contacto con alimentos contaminados. Después de manipular alimentos, es imprescindible lavar bien estos utensilios.

Por ejemplo, si pasamos la hoja del cuchillo sobre carne cruda y luego cortamos carne cocida sin limpiarlo, se produce contaminación. Otro caso frecuente es el de las tablas de corte. Por eso se usan tablas de colores, donde cada color indica un uso. Si cortamos pescado crudo en una tabla en la que después troceamos pan, o lechuga, o cualquier producto listo para consumir. El no lavarnos bien las manos antes y después de usar cada tipo de alimento.

Riesgos para la salud

Los riesgos potenciales para la salud derivados de unas prácticas inadecuadas de higiene y saneamiento en la cocina pueden ser graves y duraderos. El incumplimiento de los protocolos de seguridad puede provocar enfermedades transmitidas por los alimentos, que pueden causar diversos síntomas, como náuseas, vómitos, diarrea, fiebre e incluso la muerte en algunos casos extremos. Las alergias y otras reacciones, también pueden ser consecuencia de la contaminación cruzada.

¿Cómo se previene la contaminación cruzada?

Para garantizar un entorno seguro en la preparación de alimentos, es importante tomar las medidas necesarias para evitar la contaminación cruzada. Esto incluye:

  • Limpiar y desinfectar regularmente todas las superficies y utensilios que entran en contacto con los alimentos, evitando que alimentos crudos puedan contener bacterias que se propaguen.
  • Utilizar tablas de cortar de diferentes colores para cada tipo de alimento.
  • Almacenar los alimentos adecuadamente puede ayudar a reducir el riesgo de contaminación, como por ejemplo, en recipientes herméticamente cerrados.
  • Lavarse bien las manos con agua caliente y jabón antes y después de manipular alimentos.
  • Eliminar los restos de huevo en utensilios y superficies para evitar contaminación cruzada con otros alimentos.
  • Mantener separados los ingredientes crudos de los cocinados para evitar la propagación de gérmenes y patógenos de los primeros a los segundos.
  • Los alimentos que lo requieran deben calentarse a la temperatura recomendada durante el tiempo adecuado para matar cualquier microorganismo potencialmente dañino, asegurándose de cocinarlos bien o lavarlos según corresponda.

Siguiendo estas pautas, es posible reducir drásticamente el riesgo de contaminación y su propagación.

Conclusión

En conclusión, la contaminación cruzada es un asunto serio que no debe tomarse a la ligera. Puede conllevar graves riesgos para la salud e incluso puede ser mortal si no se previene. La mejor forma de prevenir la contaminación cruzada es practicar una buena seguridad alimentaria, como lavarse las manos, separar los alimentos crudos de los cocinados, y almacenar y cocinar adecuadamente los alimentos. Siguiendo estos sencillos pasos, podemos ayudar a garantizar que todo el mundo se mantenga seguro y sano.

 

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